(Un clásico de los fanzines dedicado a toda la gente que sacamos este fanzine y mantuvieron abierto el local anarquista la pepinera , en especial al Ivi que ahora no esta entre nosotrxs.. Larga vida a lxs niñxs en lucha!!!!!!!!!!!!!!!!!!!)
Los atajos de la vida, los consejos de lxs viejxs, yo los rechazo porque quiero vivir plenamente. Si escudara sus enseñanzas hechas con buenas intenciones, no tendría sentido alguno que estuviera yo aquí, y ahora. Si aceptase sus propuestas (que a menudo se convierten
en imposiciones) me llenaría de sus prejuicios y sus opiniones. Si siguiera su camino, ya no seria yo, sino su sombra, la reproducción de sus frustaciones, la corrección de sus errores. Pero no quiero esta sabiduría, no. Si la tomara podría vivir solamente de sus experiencias, no habría motivo para mi vida. ¿ Dónde quedarían mis sueños, mis ilusiones? Aplastadas bajo la seguridad de sus vivencias, sus aciertos, sus decisiones.
Yo abaría siendo la proyección de otra persona y, valga la redundancia, de su personalidad. Por mi bien debería, quizás escuchar y tener en cuenta esos consejos... o, eso se empeñan en decirme. Quiero tomar las riendas de mi vida, equivocarme si es necesario para mejorar, elegir mi camino... Pero quiero hacerlo, con mis propias manos, mis pies, mi cabeza. No atajar la vida, recorrerla entera aprendiendo de ella. Y pidiendo ayuda cuando lo considere necesario. Pero ni un golpe de mano cargado de superioridad y de conocimiento de la vida,sino algo sincero de otra persona que responde a mis inquietudes sin intentar imponerse en mi camino.
Sin contarme con aires de viejx que le haga caso porque sabe lo quese dice. Deseo que me dejen en paz, ellxs ya tuvieron su oportunidad, su vida; que me dejen tener la mía libremente. Si en su momento no pudieron o no supieron aprovecharla , nunca es tarde para hacerlo. Pero siempre con la propia vida, nunca con la mía. La mía me pertenece aunque les duela, no la pueden controlar , se escapa de su campo de poder. Los consejos suelen ser ir acompañados de recuerdos de otras situaciones parecidas a las que lxs consejerxs se han enfrentado.
Pero yo soy una persona diferente, estoy en otro margen de espacio-tiempo y no tengo las mismas experiencias ni, por tanto, las mismas experiencias ni, por tanto, las mismas ideas preconcebidas o prejuicios . Por mucho que me aseguren que me beneficiará, no quiero sus consejos, pero tampoco quiero que me juzguen cuando haya actuado.
Quiero que acepten mi necesidad de cometer lo que ellxs llaman errores, para evolucionar, que comprendan que esa es mi vida, única e irrepetible, y que me dejen manejarla a mi manera.
Los atajos de la vida, los consejos de lxs viejxs, yo los rechazo porque quiero vivir plenamente. Si escudara sus enseñanzas hechas con buenas intenciones, no tendría sentido alguno que estuviera yo aquí, y ahora. Si aceptase sus propuestas (que a menudo se convierten
en imposiciones) me llenaría de sus prejuicios y sus opiniones. Si siguiera su camino, ya no seria yo, sino su sombra, la reproducción de sus frustaciones, la corrección de sus errores. Pero no quiero esta sabiduría, no. Si la tomara podría vivir solamente de sus experiencias, no habría motivo para mi vida. ¿ Dónde quedarían mis sueños, mis ilusiones? Aplastadas bajo la seguridad de sus vivencias, sus aciertos, sus decisiones.
Yo abaría siendo la proyección de otra persona y, valga la redundancia, de su personalidad. Por mi bien debería, quizás escuchar y tener en cuenta esos consejos... o, eso se empeñan en decirme. Quiero tomar las riendas de mi vida, equivocarme si es necesario para mejorar, elegir mi camino... Pero quiero hacerlo, con mis propias manos, mis pies, mi cabeza. No atajar la vida, recorrerla entera aprendiendo de ella. Y pidiendo ayuda cuando lo considere necesario. Pero ni un golpe de mano cargado de superioridad y de conocimiento de la vida,sino algo sincero de otra persona que responde a mis inquietudes sin intentar imponerse en mi camino.
Sin contarme con aires de viejx que le haga caso porque sabe lo quese dice. Deseo que me dejen en paz, ellxs ya tuvieron su oportunidad, su vida; que me dejen tener la mía libremente. Si en su momento no pudieron o no supieron aprovecharla , nunca es tarde para hacerlo. Pero siempre con la propia vida, nunca con la mía. La mía me pertenece aunque les duela, no la pueden controlar , se escapa de su campo de poder. Los consejos suelen ser ir acompañados de recuerdos de otras situaciones parecidas a las que lxs consejerxs se han enfrentado.
Pero yo soy una persona diferente, estoy en otro margen de espacio-tiempo y no tengo las mismas experiencias ni, por tanto, las mismas experiencias ni, por tanto, las mismas ideas preconcebidas o prejuicios . Por mucho que me aseguren que me beneficiará, no quiero sus consejos, pero tampoco quiero que me juzguen cuando haya actuado.
Quiero que acepten mi necesidad de cometer lo que ellxs llaman errores, para evolucionar, que comprendan que esa es mi vida, única e irrepetible, y que me dejen manejarla a mi manera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario